Derrotando límites, ganando al miedo

 

«No son excusa tus límites si nunca los has explorado».

 

Últimamente estaba dándole vueltas a este tema. En su artículo «Habilidades para la vida», Inmaculada  Montoya, de entre las aptitudes indispensables para que los jóvenes adquieran la capacidad de elegir «estilos de vida saludables según la OMS» incluye en primer lugar el «autoconocimiento», definiendo este como » la habilidad de conocer nuestros propios pensamientos, reacciones, sentimientos, qué nos gusta o disgusta, cuáles son nuestros límites, y nuestros puntos fuertes/débiles» y posteriormente valora como el deporte puede impulsar esta «habilidad» puesto que «la exigencia del esfuerzo físico nos obliga a conocer nuestros límites físicos y su conexión con los mentales, muchas veces más importantes que los primeros». Estamos hartos de oír hablar de límites o de la usencia de ellos. «Where is the limit?» que dice Josef Ajram, máxima bajo la cual ha fundado incluso un imperio (con embajadores y todo). Pero realmente ¿Dónde está el límite? Yo misma, hace algunas semanas os hablaba en un artículo de que el miedo no sirve para nada.

images

Y con esto aún sigo dando vueltas al mismo asunto. El caso es que con aquello no quería decir que ahora todos tengamos que convertirnos en unos temerarios por el mero hecho de que «el miedo es una tontería». A lo que me refería es a que hay que tener claro que el miedo ha sido, es y será un mecanismo interesante, no sólo para los seres humanos, sino estoy segura que también para gran número de seres vivos, pues el miedo, esa alerta o ese «ponernos a la expectativa» es lo que nos ha hecho, nos hace y nos hará en muchos casos directamente salvar la vida.  Pero que, mientras tenemos por este lado al miedo como herramienta útil para evitar «riesgos no controlados», por llamarlo de alguna manera, vamos: para no hacer barbaridades, tenemos por el otro «al miedo que no sirve para nada», del que hablé entonces. Y a lo que exactamente le vengo dando vueltas últimamente es a que: Cuando nos adentramos en este mundillo de locuras que nos va gustando tanto… ¿Cómo cojones sabemos si estamos hablando de una barbaridad o por el contrario de un «el miedo no me va servir de una mierda»?

wpid-facebook_826121345

No sé si me estáis pillando, pero para mí el tema tiene su aquel, porque como se dice en otros ámbitos… » si te pasas te lo pierdes»… pero es que «si no te acercas» te lo pierdes también y eso no mola nada. Últimamente he pensado en esto pues me he topado con situaciones un poco así,  con una especie de no saber si me he acercado o me he pasado, pero que al final en muy pocas ocasiones me han dejado con la sensación de haber vencido al miedo. De haber luchado por derribar mis límites, físicos y mentales. Y así llegan estas reflexiones, pues, no puedo evitar darle vueltas a las cosas y a veces lo mental acaba confundiendo a todo lo demás.

Y supongo que aquí toca aplicar lo de arriba: «No son excusa tus límites si nunca los has explorado». Y que creo que ahí está la respuesta. Que tenemos que conocer nuestros límites físicos y, como decía Montoya: «Su conexión con los mentales, muchas veces más importantes que los primeros». Pero que para conocerlos, tenemos que explorarlos. Y que «conocerlos» tampoco se convierta en excusa. Y que si podemos, si no nos pasamos, si no son barbaridades… Puede que hasta acabemos por romperlos. O al menos iremos rozándolos… hasta que desaparezcan.

limites

 

Y que supongo que en la justa medida: Ni barbaridades – o alguna de vez en cuando, pero levantándonos siempre :P-, ni «el miedo no sirve de nada» está la virtud. Y que toca volver a levantarse una y otra vez porque, una vez de pie, encima de todos aquellos límites conquistados nos daremos cuenta de que somos mucho más grandes de lo que imaginábamos, de lo que recordábamos y entonces sí, el miedo se convertirá en lección y la vida volverá a ganar la partida.

 

¡A por todas campeones, que aún queda mucha guerra por dar!

Laura.

 

11 Comments

Post A Comment